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1. Para dejar de ser un simple observador: El hecho de crear entradas para mi bitácora me obliga a pasar de la inactividad a la actividad. Y esto repercute también en mi vida En vez de dedicar demasiado tiempo a observar, actúo.
2. Para obligarte a producir ideas: ¿Nuca has sentido que el espacio para escribir tu próxima entrada de está esperando a que lo rellenes con algo, bien sea una idea, una relato, una noticia, una fotografía o un vídeo? Yo sí, con mucha frecuencia y considero buena esta presión. La disciplina de escribir, como de tantas otras cosas, siempre se ha trasladado a mi vida en otras formas de disciplina. La voluntad y la disciplina se entrena, a veces, de tal modo, que casi no suponen un esfuerzo, sino un placer.
3. Para que las entradas se conviertan en partes de un proyecto mayor. Si pretendemos escribir un libro, es una manera de practicar y acumular ideas, que quizá algún día, unidas, tomen forma. También si seguimos un tema que nos interese o vemos en qué está interesado nuestro público, las entradas pueden conducirnos a la creación de una empresa en la que nunca hubiéramos pensado.
4. Para alimentar tu ego: No vamos a negar que a todos nos gusta ser leídos. En el fondo, estamos construyendo un canal de comunicación con el mundo y, en la mayoría de las ocasiones, nos asombra que lo que publicamos tenga visitas, reciba comentarios, o guste a la gente. Si esto nos impulsa a escribir, lo considero algo positivo.
5. Para utilizarlo como catarsis o desahogo: Tanto si nos sentimos tristes, como eufóricos, todos nosotros hemos escrito alguna entrada porque necesitábamos trasmitir o contar algo. Escribir es, en esencia, comunicar y sirve en muchas ocasiones para liberar alguna carga, es tan sano como hablar y estoy convencida de que la comunicación alarga la vida y nos hace más felices ¡Seamos felices, pues, y comuniquemos!
6. Para aprender sobre lo que le interesa leer a la gente: Si quieres convertirte en escritor, ser articulista, o generar opiniones, no tienes más que lanzar entradas al espacio sobre temas diversos. Después, echas un vistazo a tus estadísticas y habrás encontrado una poderosa fuente de información sobre lo que interesa leer, ver, saber o compartir.
7. Para conocer y que te conozcan: Pasar por la vida sin haber intercambiado pensamientos o conversaciones con personas que quizá nunca se cruzarían en tu camino, es, para mí, un cuadro demasiado limitado. Las nuevas perspectivas son infinitas y es lo que hace que el mundo cambie, se regenere y sea un ente vivo. Leer, así como escuchar lo que tienen que decir otras personas que viven lejos de mí, me parece una inmensa oportunidad que nadie debería dejar pasar. Además, llegar a todas las partes del mundo, puede suponer construir lazos de amistad que nunca hubiesen sido posibles.
8. Para que la actividad genere más actividad: Escribir una entrada con cierta frecuencia, no es fácil. Si conseguimos tener algo de disciplina, lograremos que ésta se instale también en otros ámbitos de nuestra vida, y ser capaces de cambiar pasividad por actividad. Recordemos que un movimiento fuera de la rutina, suele traer encadenado muchos otros que pueden enriquecer nuestra vida.
9. Para no ser perfecto: Ninguno de nosotros somos perfectos y nuestras entradas tampoco lo son. Escribe. Un día lo harás bien y otro no. Intentar ser perfecto, paraliza. Lo sé por propia experiencia. Hubo muchas épocas de mi vida en las que intenté ser perfecta en todos los ámbitos y sólo conseguí no atreverme a participar en nada, es decir, a no vivir. Además, ser “perfecto” es muy aburrido. Sé imperfecto y feliz.
10. Para ser más feliz: Ese momento en el que tu página en blanco comienza a llenarse de palabras que solo tú has creado. Los ratos a solas en los que sólo escribes para ti y te repites que no lo publicarás, aunque después cedas a la tentación. Y después, cuando lo leen personas que no te conocen y te dicen que sienten igual, que te entienden, que también les ha pasado o que se han reído con tus artículos, también son momentos felices. Yo suelo escribir a la gente que me gusta leer, porque hay que ser generoso y darse cuenta de que los otros, también necesitan saberse reconocidos. Si te gusta lo que escriben, díselo, no te calles por pereza. La pereza es mezquina, ser generoso te hace más feliz.
Por hoy, voy a dejar aquí mi lista de ventajas, aunque, se me ocurren algunas más. Y a ti, ¿se te ocurren más ventajas de tener tu propio blog?